Corazones pusilánimes

Corazones pusilánimes.


En la guerra y el amor todo vale, frase muy antigua pero tan real porque es aplicable en toda época. Cada generación revive las historias que han inspirado a muchos poetas, el amor y el desamor. Como si se tratase del «yin yang» de los sentimientos que busca un equilibrio y se repite indefinidamente, podemos encontrar un grupo de personas especializadas en el desamor. En el lado de la historia que nadie busca ni se identifica porque simplemente no existe «muerto malo», la experiencia me dice que nadie es tan bueno como cree ni tan malo como dicen, en un mismo día se puede ser héroe y villano. Voy a describir un patrón de conducta que lo llamo «corazones pusilánimes».

Es que el amor es el más noble de los sentimientos, se siente tan bien que se puede llegar a pensar que el mundo es color de rosa. La juventud y la ingenuidad crea un momento especial que al final llamaremos experiencia.
Una vez iniciada una relación sentimental, llegará el momento de las diferencias, es casi inevitable. La reacción a los problemas y al rechazo puede ser muy dura, no todos soportamos la presión de la misma manera. Hay quien es fuerte y sabe lo que quiere en esta vida, no obstante también están los débiles de alma, que no dicen ni hacen lo que piensan, que se dejan secuestrar por los sentimientos, que viven la vida que les dicta las amistades y sienten confort en la condescendencia.
Yo los considero como seres manipuladores y contradictorios, que disfrutan el dolor propio y de los demás. He visto grandes personas y de gran calidad humana involucrarse en estos torbellinos sentimentales para ser momentáneamente manipulados y convertidos al final en material de desecho.
Descubrí este patrón de comportamiento cada vez que había un concierto del señor Ricardo Arjona. Solo basta escuchar las letras de sus canciones para identificar que su mercado objetivo son las mujeres pero para un fin siniestro, en pocas palabras para que recuerden al «otro». El momento de mayor empatía es la costumbre de hacerlas llamar a su victimario por el teléfono celular y dedicarles la canción en vivo para que sepan que ahí están, disfrutando el desamor. En Internet hay suficientes vídeos que prueban lo comentado.
Yo había creído conocer el mundo pero la realidad era asombrosa, indagaba más no por el morbo de los hechos sino para entender este particular comportamiento, era tan claro para mi lo que ocurriría que mi dilema era intervenir y salvar a un amigo o dejarlo caer.
Los corazones pusilánimes tienden a encontrarse y crear una comunidad de apoyo, que brinde la condescendencia necesaria para continuar en el círculo vicioso del desamor, hasta podría asegurar que lo disfrutan. ¿De dónde saldrán tantas personas así? ¿Cómo logran convertirte es ello? Pienso que lo mejor es no responder a todas las preguntas porque probablemente no habrá una lógica y razonable.

Si alguien promete que desaparecerá la mentira y que nunca nadie más traicionará un amor será el mentiroso más grande, alguna vez alguien muy sabio dijo: «perdónanos así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden», creo que es la única fórmula de romper el circulo vicioso de los corazones pusilánimes para no crear nuevos adeptos, por eso afirmo que cada generación revive todas las historias de amor y desamor.

Comentarios

  1. Corazones pusilánimes! buen título! que cierto lo de varias canciones de Ricardo Arjona, es lamentable todas esas canciones de despecho, que solo llevan a la complacencia con el o la primero-a que encuentre.

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